CICLO VITAL FAMILIAR
La familia es el primer grupo social al que pertenecemos. Cada familia
está hecha por un tejido de afectos, valores y sentimientos. En todas las
formas de cultura, la familia fue y es el pilar de formación de la sociedad.
Las funciones específicas son: dar afecto, cuidar, educar a sus hijos y
a su vez satisfacer las demandas de alimentación, salud, protección y
seguridad. Los niños pasan de la dependencia infantil a la independencia y a la
vida adulta; para facilitar esto la familia crea un ambiente de limitación o
contención ayudándole a aprender a cuidarse, tomar decisiones y aceptar o
rechazar influencias ajenas.
A lo largo de la vida las familias atraviesan por diferentes tipos de
crisis, estas crisis las pueden atravesar tanto las personas /familias
dependiendo de los recursos que tengan y o experiencias previas, teniendo en
cuenta esto habrá familias que pueden atravesar estos periodos con mayor
facilidad de adaptación que otras.
El ciclo vital familiar va muy ligado con la cultura o costumbres de una
familia por lo tanto no se puede decir que haya formas correctas o incorrectas
de pasar por las diferentes etapas. Las cuales son:
FORMACIÓN DE LA
PAREJA
Con la formación de la pareja queda constituido un nuevo sistema, este
será el inicio de la nueva familia, incluido todo el proceso psicológico que
implica la preparación para la unión, este nuevo sistema tendrá características
nuevas y propias; a esto le llamamos construcción de una identidad, los miembros de la pareja traerán consigo
creencias, modalidades y expectativas que habrán heredado de sus familias de
origen. En esta etapa las parejas deben pasar por diferentes procesos que
son la elección de la pareja, noviazgo, convivencia y finalmente el matrimonio.
Es normal que la pareja pase por un momento donde ambos se hacen
impermeables a las cosas externas (amigos, trabajo), permitiendo consolidar la
unión en la emocionalidad. Este proceso se irá modificando con el tiempo y
evolución de la pareja.
CRIANZA INICIAL DE LOS HIJOS
CRIANZA INICIAL DE LOS HIJOS
El nacimiento de un hijo repercute en todo el sistema familiar,
generando tensiones; ya que pasan a convertirse en una triada
(padre-madre-hijo), aparecen nuevos roles, funciones y con ellos una familia
extensa (abuelos, tíos, primos). después de la incorporación del hijo a la
familia pueden ser frecuentes los reproches, depresión y cansancio de ambos
padres por este cambio.
Las funciones de los padres se diferenciaran para poder darle la
atención y protección adecuada al hijo, la madre se unirá con el bebé
descifrando las demandas de cuidado y alimentación y el padre participa
sosteniendo una relación desde afuera (madre-hijo-mundo externo), el padre deberá reincorporarse a esta unión
recuperando a su mujer como pareja y a su hijo en relación a él.
FAMILIA CON HIJOS EN EDAD ESCOLAR
FAMILIA CON HIJOS EN EDAD ESCOLAR
Esta etapa implica la salida del niño de forma parcial de la órbita
familiar por procesos individuales como la unión a una institución educativa
con maestros, compañeros y familias con estilos de vida diferentes a la suya.
Es aquí donde se pone a prueba todo lo que la familia infundo hasta el momento
(límites, normas, etc). La relación con el otro creara experiencias con
una connotación positiva o negativa, lo cual hará que el niño se encuentre en
una situación conflictiva y se le dificulte su adaptación.
ADOLESCENCIA
Las familias llegan al final de una etapa y entran en crisis, particularmente
en la adolescencia se producen grandes cambios (cambios físicos en el adolescente),
en el sistema familiar y su relación con el mundo exterior, este es un proceso de grandes
turbulencias emocionales para el adolescente ya que atraviesa el desafío de
transformarse en adulto. Las relaciones con sus pares pasa a ser primordial
ayudando a elaborar todas las modificaciones que se presentan.
Los padres pasan por la crisis de la “edad media” es el momento donde
entran en la incertidumbre por ya no ser jóvenes, evaluando todo lo que
han realizado hasta el momento, es necesario establecer una nueva relación
padres- hijos flexibilizando los límites según el crecimiento del
adolescente.
FAMILIA PLATAFORMA DE LANZAMIENTO
FAMILIA PLATAFORMA DE LANZAMIENTO
Esta etapa también es llamada porta aviones y nido vacío. Los hijos
entraran en un nuevo proceso donde deberán formar su propia familia, la cual
traerá consigo características de su familia de origen. Los padres deberán
reconocer la formación de una nueva familia como diferente, con características
propias y aceptar su intimidad.
Los padres pueden presentar enfermedades, las cuales aparecen para
enfrentar la realidad del envejecimiento y la partida de los hijos como proceso
natural.
FAMILIA DE EDAD MEDIA
La pareja se enfrenta a nuevos procesos, uno de estos es el reencuentro
entre ellos, consecuencia de la salida de los hijos del hogar y el fin del
periodo laboral. La jubilación para algunos es tomado con el inicio de una nueva
etapa donde tendrán la oportunidad realizar actividades aplazadas en la
juventud y disfrutar de los nietos. Para otros es el fin de su vida activa.
FAMILIA ANCIANA
FAMILIA ANCIANA
En esta etapa se sufren cambios a nivel físico (mayor fragilidad y
enfermedades crónicas) y, cambios a nivel emocional (pensamientos respecto a la
muerte y pérdida de seres queridos).
Se establece el cuidado de los padres por parte de los hijos, el cual
depende de cómo se establecieron las relaciones a lo largo de la historia
familiar. El equipo de salud puede apoyar el rol de abuelos y el sentido de
aceptación a la vejez.
La terapia familiar es un método terapéutico en donde no solo se hace énfasis
en la intervención, sino que también se aborda el tratamiento que se realiza
con la familia en conjunto, y no con un solo miembro de la familia.
Uno de los objetivos de la terapia familiar es transformar la crítica
destructiva que una familia tiene respecto a sus conflictos, en una crítica
constructiva, que permita modificar los pautas negativas, en cuanto a las
conductas que maneja la familia.
Desde el punto de vista sistémico, se piensa a la familia como un
sistema humano, cuyos miembros mantienen relaciones reciprocas y
multidireccionales entre sí.
En esta terapia el psicólogo no basa las visiones en la personalidad del
sujeto, sino que concibe a la familia como la raíz del desarrollo psicosocial,
relacionándola con la cultura, en cuanto al aprendizaje que esta enseña para
poder sobrevivir, la familia, la cual da pautas y establece roles para tener
claro como esta debe funcionar, y la identidad que da un sentido de pertenencia
a una sociedad.
En los procesos de socialización, las familias moldean el comportamiento
del niño y fomentan su sentido de pertenencia al sistema, donde se logra la
participación de sus miembros en diferentes subsistemas familiares, a través de
la participación en sistemas externos.
La terapia estructural se basa en aquellos procesos internos y externos
de la familia, en donde se logra cambiar la estructura presente en el sistema
familiar, siendo estos cambios pertinentes en cuanto a su conducta, forma y
manera de pensar; una trasformación de la estructura permitirá al menos alguna
posibilidad de cambio.
La estructura familiar se entiende como el conjunto de demandas
funcionales que organizan los modos en que interactúan los miembro de la
familia, y que además funcionan de forma eficaz en diferentes culturas; por lo
que la terapia estructural se puede utilizar independientemente de las
culturas, ya que todas y cada una de las familias operan como sistemas
similares en sus estructuras; estas operan a través de pautas transaccionales
que se dan entre sus miembros. Estas pautas son tonos y formas en las que se
ejecutan los roles familiares (función de cada miembro), la manera en que se
manejan los límites de esos roles o su fidelidad.
Los sistemas familiares se distinguen al desempeñar sus funciones a
través de subsistemas, los miembros de una familia pueden pertenecer a
diferentes subsistemas en los que posee otros niveles de poder, en donde entran
en juego aquellos límites que se encuentra constituidos por reglas que
definen quienes participan y de que manera lo hacen, pues además son
considerados como limites inadecuadamente rígidos (familias
desligadas) y limites inadecuadamente difusos (familias aglutinadas).
En los sistemas familiares nos podemos encontrar con subsistemas
diferentes como lo son el conyugal, que hace referencia a la relación
esposo-esposa, hombre-mujer, donde se unen para conformar una familia,
estableciendo pautas de tipo independiente y la aceptación del uno por el otro.
Otro subsistema que aparece es el parental, que se basa en la relación
padre-hijo, obviamente este aparece cuando nace el primer hijo, aquí se deben
trazar algunos límites que permita el acceso del niño a ambos cónyuges y de
manera sincrónica. Por ultimo aparece el subsistema fraternal, que se da por la
relación entre hermanos, el niño aprende a negociar, cooperar, competir, lograr
amigos y aliados.
En la terapia familiar, se utiliza lo que conocemos como OPERACIONES DE ASOCIACIÓN, las cuales le
permiten al terapeuta, crear un sistema terapéutico que lo ubique como el líder
del proceso y llevar con éxito todos aquellos objetivos propuestos, de donde se
espera que el terapeuta pueda asociarse con la familia y establecer un
sistema, si estas dos condiciones no se logran, el intento de generar una
reestructuración en la familia fracasa, para la conformación de estas metas,
deben darse dos procesos fundamentales: la unión y acomodamiento,
el primero hace énfasis al contacto que el terapeuta establece con la
familia, y el segundo se refiere a observar todas aquellas conductas que los
miembros de la familia desarrollan dentro de la intervención, que hacen, como
piensan, como se comunican entre ellos. Las técnicas de acomodación no son muy
bien utilizadas, ya que se consideran como espontaneas y además se encuentran
fuera del campo de conocimiento del terapeuta, pero al analizarlas, podemos señalar que estas técnicas son
de suma importancia para poder establecer una relación con las familias, pues a
partir de ellas surgen aquellos interrogantes que llevan a pensar en que la
reestructuración podrá surgir con éxito, ya que la familia se modifica
solamente si el terapeuta ha logrado incorporarse al sistema de modo
sintonizado y adecuado a esta.
Estas técnicas pueden utilizarse como una estrategia de reestructuración
y las podemos clasificar en tres grupos diferentes; como primera técnica
encontramos el Mantenimiento, en donde el terapeuta tiene como
objetivo, equilibrarse con toda la familia sin tomar partido, debe ser neutral y apoyar todas las pautas y la
estructura que lleva esa familia; como segunda técnica hallamos el Rastreo,
en donde el terapeuta plantea cualquier tipo de preguntas que clarifiquen lo
que está en juego, siendo sus conductas coherentes con aquellas acciones que
las personas están realizando, así mismo el terapeuta podrá ir haciéndose una
imagen de lo que cada miembro de la familia está hablando. La última técnica es
llamada Mimetismo, donde el terapeuta a partir de esta podrá
meterse en el contexto de cada miembro de la familia, entrando en su mundo
simbólico e ir haciendo sincronía.
El terapeuta después de haber observado todas aquellas conductas
expresadas por los miembros de la familia, desarrollara un diagnóstico, en
donde a partir de sus experiencias e indagaciones llegara a un análisis.
Cuando se inicia un proceso de intervención con familias, estas llegan
con expectativas de que lo que ocurre en sus familias en un problema individual
más que grupal, es allí cuando surgen aquellas capacidades de poder lograr que
la gente abra su mente y vea la realidad desde otros puntos de vista, como el
saber que el problema no solo se genera y está en un solo miembro de la
familia, sino que este los abarca a todos y la capacidad de escucha que se
tienen entre todos; estos elementos ayudan al terapeuta a examinar el desarrollo
familiar y los rendimientos en las tareas asociadas, como la distribución de
estas y el poner límites.
Al haber explorado los síntomas de la familia, el terapeuta establece un
contrato terapéutico con esta; este contrato se basa en aquellos pactos, tareas
y alternativas que se proponen para alcanzar los objetivos que tanto la familia
como el terapeuta desean lograr, además de que ya se ha establecido la unión
con los subsistemas, pues cuando el terapeuta trabaja con una familia, por ende
este debe de asociarse a los otros subsistemas, acomodándose a las pautas de
intercambio de cada uno, como su estilo, afecto y lenguaje que
cada uno maneja.
A medida en cómo van fluyendo los cambios en la familia, al final se
puede observar si hubo o no una reestructuración, pues si esta se logró, por
ende se producirá un cambio como resultado de las interpretaciones que el
terapeuta haya hecho.
Cuando se empieza con el proceso de intervención en la familia, el
terapeuta confía en la motivación que tiene la familia para que se pueda
generar una transformación en su sistema familiar, dependiendo también de que,
el terapeuta logre enchufarse o unirse con la familia, para que así se pueda
lograr o conformar un sistema con esta, empatía que el terapeuta logre hacer
con todo el sistema familiar.
Al utilizar operaciones de unión con fines de reestructuración, el
terapeuta utiliza el propio movimiento de la familia para impulsarla en la
dirección de las metas terapéuticas. El terapeuta debe de cumplir dos tareas
fundamentales con la familia, debe acomodarse a la familia, pero también debe
mantenerse en una posición de liderazgo dentro de la unidad terapéutica.
Sólo a partir de una posición de liderazgo el terapeuta puede mantener
sus posibilidades de maniobras terapéuticas y su libertad para manipularse a sí
mismo y para manipular a la familia. Las familias con esquemas disfuncionales
crónicos sólo pueden ser ayudadas si se modifican esos esquemas.
Existen siete categorías de operaciones reestructurantes:
1. Captar las
pautas transaccionales de la familia,
2. Señalamiento
de los límites,
3. Acrecentamiento
del stress,
4. Asignación de
tareas,
5. Utilización
de los síntomas,
6. Manipulación
del humor
7. Apoyo,
educación Y guía.
Las familias pueden desconocer sus verdaderas pautas transaccionales y
es allí donde el terapeuta debe de ir más allá de la auto descripción verbal
para obtener una real. Puede valerse de herramientas en donde el terapeuta los
incite a que actúen de forma natural como lo hacen normalmente en su vida
cotidiana, resolviendo conflictos, apoyándose o formando alianzas. Es
importante estimular la comunicación a través de técnicas, como insistir para
que hablen, evitar mirar a alguien, negarse a contestar preguntas dirigidas a
él etc. El terapeuta también puede manipular el espacio de trabajo ya que la
forma en que se ubican los miembros de la familia puede proporcionar señales
acerca de las alianzas, coaliciones y aislamientos que se dan entre ellos.
Es importante el señalamiento de los límites, el
terapeuta debe ayudar a la familia a marcar diferencias entre los miembros de
acuerdo a su desarrollo. Un manejo inadecuado de los límites del subsistema
conyugal constituye la existencia de pautas transaccionales disfuncionales, un
afianzamiento de estos, mejorara el funcionamiento. El terapeuta puede imponer
límites trabajando selectivamente con diferentes subsistemas de una familia.
El terapeuta debe explorar todas las conductas alternativas que la
organización familiar puede permitir, debe indagar su flexibilidad y su
capacidad de reestructurarse; su habilidad para producir el acrecentamiento del stress
le proporcionara indicios cuando las circunstancias cambian. Puede obstruir el
flujo de comunicación, puede señalar diferencias que la familia ha evadido,
también se puede unir de manera temporal a diferentes miembros de la familia en
forma sucesiva; al formar estas coaliciones ellos deben de saber que es
temporal y que sobre todo él está aliado a toda la familia en el sistema
terapéutico.
La asignación de tareas sirve para señalar y
actualizar un área de exploración que puede no haberse desarrollado en el flujo
de las pautas transaccionales de la familia. El terapeuta es el que señala las
reglas de conducta dentro de la sesión terapéutica, las tareas también pueden
ser fijadas para el hogar. Al observar los resultados se puede lograr que
surjan nuevas pautas transaccionales alternativas.
En el análisis de la utilización de los síntomas de un
miembro individual se identifica la expresión de un problema contextual, por lo
que se combate la tendencia de la familia a centralizarse en el portador del
síntoma. El terapeuta puede reforzar los síntomas del paciente identificado,
aumentando su intensidad. Esta táctica se convierte en una maniobra
reestructurante.
En la manipulación del humor, el afecto que se
manifiesta a las transacciones familiares, constituye uno de los indicios que fijara la conducta del terapeuta, este
puede recurrir a una imitación exagerada del estilo anómalo asumido por la
familia, para crear mecanismos de confrontación con esta anomalía.
El apoyo, la educación y la guía, aunque constituyen
operaciones de unión, también cumplen funciones reestruturantes, el terapeuta
debe considerar la importancia de estas funciones y saber de qué modo
estimularlas, este puede enseñar a los miembros individuales de la familia a
enfrentar el mundo extrafamiliar; él se incorpora en el sistema asumiendo
las funciones ejecutivas como un modelo, y luego abandona esa posición para que
los padres puedan reasumir estas funciones.
Lorena Lozano
Diana Patiño
Karol Peña
Andrea Alvarez
BUENA ENSEÑANZA
ResponderEliminar